¿Qué es el 1%?
Es una manera de participar y colaborar con las actividades pastorales. Tu le das vida a tu Parroquia y a tu iglesia.

Todos los bautizados debemos ser corresponsables con la misión de la Iglesia entregando el 1% de nuestros ingresos mensuales.


¿Qué se hace con este dinero?
Se financia, en parte, el trabajo pastoral. Se paga la mantención de parroquias y capillas (luz, agua, gas). Se construyen nuevas capillas. Se cancela un subsidio mensual a los sacerdotes (congrua). Se capacitan y preparan nuevos catequistas, entre otros gastos, haciendo que lo que se recolecta actualmente no alcance para cubrir las necesidades de la Arquidiócesis. Por eso, es necesario que todos los católicos entreguemos puntualmente nuestro aporte a la Iglesia.


¿Por qué dar el 1%?
La Iglesia es de origen divino, pero está compuesta por hombres que viven en medio de las realidades materiales. Por ello, necesita de lugares de culto, de reuniones, medios para la evangelización, transportes y también la mantención de quienes se consagran al servicio divino.


¿Suma a la misión?
La contribución del 1% es un signo de pertenencia a la Iglesia. Los católicos somos corresponsables, con nuestros talentos y nuestro aporte material, en el cumplimiento de la misión entregada por Jesucristo: “Vayan y hagan discípulos míos a todos los pueblos de la Tierra”.

UNO POR CIENTO

¿Qué se hace con el 1%?

La contribución al 1% de nuestra Iglesia permite contribuir con la mantención de las 213 parroquias y capillas pertenecientes a la Arquidiócesis de Santiago.

Todas las parroquias, en lo que se refiere a su labor evangelizadora y pastoral, trabajan coordinadamente con las vicarías zonales, las vicarías ambientales y los decanatos. Estas últimas instancias les prestan asesoría en los más diversos aspectos, desde lo netamente pastoral hasta lo administrativo. Del mismo modo, las parroquias cuentan con la colaboración de los distintos departamentos de la Arquiodiócesis. Todo ello en comunión con el pastor.

En los templos los católicos, los fieles recurren a bautizar a sus hijos, prepararlos para la Primera Comunión y la Confirmación, cuando son adultos se casan, se reconcilian con Dios Padre, celebran la eucaristía y finalmente se les despide con la misa de funeral.

Además en los templos se hace mucho trabajo social. Se donan alimentos a las familias más necesitadas, se mantienen talleres para la tercera edad, se forma y entretienen a los más pequeños que no tienen opción de salir de vacaciones y en muchas se junta ropa para ayudar a los que están enfermos o no tienen con qué cobijarse en el invierno.

Señora Cecilia Acuña Vergara

Visitadora Uno Por Ciento de la Parroquia Nuestra Señora de la Divina Providencia

¿Cómo aportar?
Contacta su Parroquia Nuestra Señora de la Divina Providencia.

Sin nuestro aporte, la Iglesia no puede realizar su misión de anunciar el Amor de Dios por todos los hombres.